Tras la elaboración de un recurso de apelación contra un auto dictado en fase de instrucción, una de las labores más tediosas consiste en señalar los particulares de la causa que deban ser elevados para su resolución. En un ámbito tan poco dado a la formalia como es la fase de instrucción del proceso penal, existen diversas malas praxis que persiguen evitar cumplir debidamente con tal obligación. Sobre la incidencia de estas malas praxis me pronuncio en un reciente artículo.