La reforma del Código Penal anteproyectada en febrero de 2022 modifica la tipificación de los delitos de maltrato animal. Se trata de un ámbito que, encontrándose intrínsecamente ligado a la particular sensibilidad que se tenga hacia el bienestar animal, suele suscitar reacciones viscerales: desde quienes llegan a reclamar penas para quien cause la muerte a un animal de similar gravedad a las del homicidio hasta quienes llegan a criticar la sanción penal misma de estas conductas. Sobre el supuesto exceso punitivo de esta reforma nos pronunciamos en un reciente artículo.